El procedimiento que yo sigo es bastante simplón (como yo) y consta de 4 pasos básicos, a saber:
PASO ONE: DIBUJO A LÁPIZ
Se empieza buscando un folio, un lápiz y una goma. Se sienta uno y comienza a dibujar. A voleo, a lo que salga. Eso sí, procurando que salgan estampas bellas, poéticas y armoniosas. Por ejemplo: un tío meando.
PASO TWO: ENTINTADO Y ESCANEO
Una vez acabado el dibujo, se repasa con rotulador de punta fina. Importante borrar el lápiz. Se puede dibujar mejor o peor, pero ser un cutre no tiene perdón de dios. Importante también dejar secar la tinta antes de borrar el lápiz, que se emborrona tó y sale muy guarro. Luego se escanea tal cual a una resolución de 100 (ni mu grande ni mu chica).
PASO THREE: COLOREADO DIGITAL
Una vez guardado el dibujo a tinta en el ordenador, se pasa al programa para digitalizarlo y colorearlo (yo uso Fotochó). Ratón parriba, ratón pabajo. Donde da la luz se colorea más clarito y donde no más oscurito (de cajón, por otra parte).
PASO FOUR: ROTULACIÓN
Al final de todo, rotulamos. Esto es, ponemos las letras. Las letras no se ponen donde caigan, sino en los bocadillos. Antes de que alguien haga chistes con mortadelas, choppeds y demás, aclarar que el bocadillo es el globito blanco que suele haber encima de los personajes. En el bocadillo va el chiste en sí, y se ha de procurar que éste sea refinado y sofisticado, moderno y original. Humor inteligente, vamos.
Y chimpón. ¿Qué más quieres?
